Un diagnóstico de cáncer no solo afecta al paciente sino también a sus familiares y amigos. En oportunidades los complejos cambios que se dan en los sentimientos y el estilo de vida pueden tornarse tan abrumadores que es importante comprender los cambios que se vayan a dar en la manera de relacionarse con los familiares y amigos, ya que eso podría ayudarlo a tomar distintas medidas con las que puede forjar relaciones que sean más saludables y por ende mutuamente solidarias durante el tiempo que se mantengan los cuidados paliativos de esa persona.
Cónyuges y parejas: esta es una enfermedad que ha mostrado un efecto de gran significancia en los matrimonios y otras relaciones que son a largo plazo. Luego de recibir un diagnóstico de cáncer, las dos personas suelen sentir tristeza, ansiedad, enojo o incluso desesperanza. Pero estos efectos suelen variar de una pareja a otra. Algunas enfrentan los desafíos juntas, cosa que fortalece su relación. En cambio otros, se ven agobiados por el estrés y llegan a generar problemas nuevos empeorando los existentes.
Cambios que ocurren en las relaciones
Roles: los roles pueden llegar a cambiarse. En el caso de una persona que siempre estuvo a cargo o se desempeñó como cuidador ahora podría tener problemas para aceptar un rol más dependiente. O si se trata de una persona que no se ha desempeñado en esos roles quizás tenga dificultades para hacerse cargo y proveer de los cuidados.
Responsabilidades: mayormente en las relaciones de pareja hay quien se ocupa de tareas que son específicas. Uno se puede ocupar de la jardinería y de la cocina, mientras que el otro puede dedicarse a la limpieza y a pagar las cuentas. Si el cáncer o el tratamiento generan una sensación de cansancio o imposibilidad al realizar las tareas habituales, posiblemente la pareja deba asumir tales obligaciones. En el caso de que se deba dejar de trabajar, posiblemente la pareja debe volver a trabajar o hacer horas extra, aparte de dedicarse a las tareas del cuidado.
Necesidades emocionales: Cada uno de los miembros de la pareja cuenta con necesidades emocionales que suelen ser distintas y que además cambian con frecuencia. Pero, también es cierto que la pareja podría requerir de una demostración extra de que continúa existiendo el amor. En todo caso, las parejas deben mostrarse sensibles ante las necesidades emocionales cambiantes que van de la mano con un diagnóstico de cáncer y para ello es conveniente consultar a un profesional, como un terapeuta o asesor, por su cuenta.
Salud sexual e intimidad: El cáncer y todo lo que conlleva su tratamiento constantemente afecta la salud sexual debido a la depresión, el cansancio, las náuseas, la disfunción eréctil, la sequedad vaginal, entre otros problemas físicos o emocionales que pueden disminuir el deseo sexual o hacer que las relaciones sexuales sean difíciles o dolorosas.
Planes futuros: a menudo el cáncer modifica las esperanzas y los sueños de las parejas, como por ejemplo los planes de jubilarse, viajar o convertirse en padres, provocando sentimientos de tristeza e incluso enojo. En tal sentido, resulta útil hacer una reevaluación de las prioridades y trabajar en conjunto para llegar a establecer objetivos que sean nuevos y a largo plazo, como pueden ser finalizar el tratamiento del cáncer. Luego del diagnóstico, cosas que quizás podrían parecer importantes ahora dan lugar a nuevas prioridades, como pueden ser disfrutar de más tiempo juntos.